No fue casualidad que Zeus, enamorado perdidamente de Dánae, se convirtiera en lluvia de oro para poder yacer con ella. La joven , presa en la torre de palacio por mandato de su padre Acrisio, no podía tener trato con varón, pues el oráculo le había predicho a su padre que el hijo que de ella naciera le destronaría y causaría su muerte. Zeus no se lo pensó dos veces y fecundó a Dánae por una de las rendijas de la torre. De esa unión nacería Perseo, uno de los héroes más carismáticos de la mitología griega , que andando el tiempo sería el encargado de cortar la cabeza a la temible Medusa. En esta hazaña estará protegido en todo momento por Atenea, a quien como recompensa le entregará la cabeza de Medusa y ésta satisfecha la colocará en su égida.
En el mito de Perseo se confirma el destino del que huimos y del que , al final, no podemos escapar.
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